26.1.09

Chiki

Se aproxima
la meta de su existencia,
cada vez más despacio,
pero, aún así,
sale jubiloso a mi encuentro,
conocedor de quién recibe
mimos y, a veces, el sustento.

Bajo la encina, a media sombra, le veo
sobre la alfombra verde,
mirando a lo lejos con sus ojos
turbios gastados por el tiempo.

Cuando le estoy hablando
hace caso omiso,
también le van fallando,
a veces, sus oídos.

Qué ternura siento,
al verle cruzar la puerta,
tropezar con el escalón
creyendo que está mas cerca.

Manifiesta su carácter
como bien se le apetece,
sacando su dentadura
mostrando su lado “fiera”.

Despacio, muy despacio,
se aproxima a su meta.

1 comentario:

Rafael Humberto Lizarazo Goyeneche dijo...

Hola, Paqui...

Ya el pobre Chiki debe tener sus buenos años.

Pero auque pasen los años y esté viejo, siempre será tu fiel compañero y despacio, muy despacio algún día partirá.

Un abrazo