26.3.09

Villa Pura

Caminos angostos,
caminos de piedras,
senderos estrechos
de yerbas resecas...

Nos llevó esa tarde
a aquella casona,
entre las montañas,
fría y misteriosa.

Sus gruesas paredes,
llenas de leyendas,
encierran de sus gentes,
visibles sus huellas.

En el palomar
aún siguen las cuerdas,
palos y barrotes
y puertas de tela.

Negra y derruida
está la chimenea,
y el piso de grietas
tras las escaleras.

Inmortalizamos
aquellas escenas
en cada ventana
de la casa vieja.

3 comentarios:

BlueMoon dijo...

Como bien dice el poema, aquella casa fue inmortalizada con los visitantes en las ventanas, pero todavía no tenemos esa foto escaneada.
Un besote.

Calvarian dijo...

¿Donde fue? sino es mucho pedir...jeje
Bonita descripción. BEsix

Paqui dijo...

Calvarian, no es mucho pedir, esa casa está por la carrera de Guadalest. Fue una tarde muy interesante con mi hermano Luís que es un fanático de cualquier objeto antiguo.
Un beso.