La cara de la abundancia
la suavidad de un billete,
el moreno de tumbona,
los espléndidos banquetes.
Caídas telas y encajes,
señores muy elegantes,
distinguidísimas señoras
repletas de maquillajes.
Escaleras adornadas,
lámparas de oro y brillantes,
espejos muy relucientes
sillones por todas partes.
Y la cruz es la miseria,
mendigos van por las calles
con sus manos extendidas
suplicando unas monedas.
Pieles curtidas al sol
sin que nada les proteja,
no tienen mantas o abrigos
si la fría noche llega.
Cada esquina es un testigo,
de sinsabor y tristeza,
en cada rincón un alma
esperando que amanezca.
La cara y cruz de unas vidas
de luces y de tinieblas,
el sol para todos sale
mas no a todos calienta.
Son dos mundos diferentes,
dos niveles separados,
¡son tan obvias las razones!
nadie pasa al otro lado.
29.11.2000
4 comentarios:
Y digo yo... ¿qué o quién te inspiró? Porque tú sólo has visto Santo Domingo en la tele.
Un beso.
!Cuanta razón y sensibilidad rezuman tus versos, Paqui!... así es, Santo Domingo: un lugar paradisiaco de vacaciones para los ricos, un lugar de opulencia, de diversión y de placer -por una cara-. Por la otra, un paraiso de miseria, de chozas y gente sin trabajo y con escasa formación que malviven y que se ganan el sustento diario como buenamente pueden... y los contrastes, cada vez más marcados, pues los ricos cada vez son más ricos y a los pobres cada vez les cuesta más levantar cabeza, y se hunden más y más en su miseria... allí, en un lugar paradisíaco. La vida Paqui, creo yo que no requiere de una cara y cruz como ésta, requiere de un reparto más proporcional de todo, y de unos gobernantes honestos que no vayan a lo que van.
Me encantó tu denencia social en forma de versos.
Mil besitos gordotes
Paqui, con cuanta sensibilidad describes esta triste realidad!
Besitos,
Pues si,dos mundos ,dos realidades y todos miramos de reojo para no ver un beso
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