22.4.09

Sus huellas


En aquel felpudo,
aún quedan sus huellas,
respiro en el ambiente,
fresca su presencia.

Tu río y el mío,
de la misma ladera,
son dos afluentes
que bajan por la sierra.

Surcos que cansados
al sol se calientan,
admiran las semillas,
que de su tierra saliera.



Después de tu marcha, tus huellas me hablaban de ti, Cati.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Supongo que hablas de una despedida... espero que no fuera ni muy dolorosa... ni definitiva.

Besos.

Paqui dijo...

¡¡No, Diavolo,!! Fue una visita de mi hermana y como vivimos a seicientos km... La verdad es veo poco a la familia.
Un beso.

BlueMoon dijo...

Mientras dejo pasar algún día más para ver si aumentan un poquito tus visitas a esta poesía, te invito a que afrontes mi desafío... pásate por mi rinconcito (espero que te guste cómo lo he afrontado yo).
Un besote.

Por la mujer dijo...

Nota de tu hermana la mas pequeña:
Las gracias no son merecidas, fue un placer para mi, mi pena es que vivamos tan lejos y no poder estar con vosotros en estos momentos.
Me ha encantado la poesía, me siento orgullosa de ser partícipe de tus pensamientos literarios.
No creo necesario decirte que para todo lo que necesites aunque tan solo sea hablar, aqui estoy.
Un beso muy fuerte y gracias por ser como eres.